Qué importante es tener un sueño personal a la hora de emprender, pero más aún tener uno colectivo porque eso nos permitirá seguir adelante y crecer creando una Nación Emprendedora como nuestro país se merece
Es imprescindible sumar el concepto de cooperación, de colaboración a cualquier pensamiento estratégico con miras al futuro, con miras a un futuro mejor para nosotros y nuestra descendencia.
Puede sonar utópico en un mundo que se vuelve cada vez más individualista, más metido hacia adentro, con una cultura basada en el «yo». Pero la cultura emprendedora que intentamos construir desde Pilar Emprende by Emprender Hoy tiene al «nosotros» como protagonista, tendiendo a crear una concepción colectiva de colaborar en lugar de competir.
Suena utópico pero posible, ya que, como sostiene Claude Steiner, creadora de “la economía de caricias” necesitamos del otro para vivir, para crecer, para expandirnos. Y esto no sólo aplica a la personal, sino al mundo de los negocios, aunque parezca utópico.
La caricia básicamente es un feedback, una crítica constructiva, un saber que el otro está ahi. Y de eso se trata cada uno de nuestros espacios, ya sean los virtuales como los grupos de whatsapp, de facebook; como los encuentros «reales» que realizamos. Buscamos aprender del error del otro, de la solución que el otro encontró, y esto se logra si somos generosos a la hora de compartir el conocimiento y la experiencia. Y Pilar Emprende by Emprender Hoy se sostiene desde 2011 con eso, con la solidaridad desinteresada de sus integrantes que hacen posible que sigamos realizando actividades y avanzando.
Por eso, desde nuestro espacio, buscamos con ahínco fomentar una cultura colaborativa, el autoempleo y la sustentabilidad de los proyectos contribuyendo a la generación de valor económico en la sociedad a través de la creación y sostenimiento de un ecosistema emprendedor, de un Pilar Emprendedor y de una Nación Emprendedora. Porque sabemos que la clave está ahí, en apoyar, apuntalar y acompañar al sector productivo, al sector que genera valor agregado en lo que hace uniendo el conocimiento con la producción. Porque producción sin conocimiento, sin innovación, sin tecnología, no es crecimiento.
Y este ecosistema se crea y sostiene sólo si todos entendemos que somos una parte del engranaje y debemos colaborar con otro, ya sea aportando ideas, generando alianzas, difundiendo lo que el otro hace, sumando valor, agregando conocimiento, ampliando las posibilidades o de la manera que cada uno tenga a su alcance.
Juntos somos más y mejores, y esto no es una utopía, esto es posible y se logra sólo si tenemos la mente abierta, tan abierta como para no temerle a la «competencia» y poder verla como un aliado.
Todo ser humano necesita «caricias» positivas para sobrevivir, por eso es importante «acariciar» al otro a la hora de emprender, apoyarlo, ayudarlo, incentivarlo, alentarlo para que siga adelante con su sueño. Porque si el sueño personal se convierte en un sueño colectivo, en un proyecto de Nación Emprendedora vamos a vislumbrar un futuro mejor.
Si el otro está bien, yo estoy bien y si esa otra persona sabe que vos estás, lo hará mucho mejor, es en esta instancia en la que uno tiene que competir consigo mismo, sin compararnos con el de al lado. No es solo ser el mejor, sino también ser distinto y ahí la creatividad y la innovación de la que hablaba más arriba cobra vital importancia. Y es en este punto donde la competencia deja de ser relevante, cuando logro diferenciarme y preocuparme y ocuparme por mi emprendimiento, pero sin dejar de lado a mi entorno.
Porque como decía Oscar Wilde, «El egoísmo verdaderamente inteligente consiste en procurar que los demás estén muy bien. Para que, de este modo, uno esté algo mejor.»
Lic. María Fernanda Ipata
Coordinadora de Pilar Emprende By Emprender Hoy
Creadora de la Escuela para Emprendedores de Pilar
contacto@pilaremprende.com.ar
Columna publicada en El Diario de Pilar del domingo 26 de mayo de 2019 en el suplemento especial IDEAS PARA EL PILAR QUE VIENE.